LOS GILIPOLLAS DE LA PELOTA

Pero bueno!

Ahora resulta que voy a tener que exponerme otra vez a que los del Barça y los del Bilbao vuelvan a silbarme y a meterse conmigo.

Ni hablar.

Envío al niño, que ya está bien la vida que se pega.

Yo a su edad ya me había tenido que plantear un par de veces hacer algo de provecho. Lo mal que lo pasé, hasta que se me olvidó.

A ver si la Espe consigue evitarnos el mal trago. Pues no dicen que quieren cantarme en el partido una canción sobre lo del elefante. Vamos. Irreverentes. Ya lo dije. Estos de la Constitución me tocan las narices en el 78, y sólo me dejan el privilegio de no ser responsable ante la ley.

Y ahora resulta que encima que no me puedo cepillar a la que me apetece sin dar explicaciones, encima, ahora tendré que asistir a un acto para que se rían de mí.

Esto no se paga con ocho millones de euros al año.

Quiero un aumento.

LOS CAMBIOS PROFUNDOS

La jugada siempre me ha salido fenomenal. En esto soy un maestro.

Un poquitín de escándalo, me quedo así como medio escondido sin hacer ruido. Como máximo, once palabritas y a cascarla.

Dejo pasar el tiempo, que la tempestad amaine y la cosa se tranquilice.

Y a seguir haciendo lo que me da la gana. O por qué pensáis que se dice "la real gana". Esa es la mía, la de Juanca !.

Es enternecedor que mis súbditos sean tan primos. Me lo ponéis tan fácil.

LOS REYES TAMBIEN LLORAN

Me llena de orgullo y satisfacción ver que cuento con un seguidor, aunque todo hace indicar que es catalán, y no sé si el gobierno al que ahora acato y hago caso (o dejo que eso piensen) me va a permitir que cometa semejante incorrección.
Porque puede que piensen que no hemos ido al Reino Unido porque nos lo han sugerido. Ya iremos otro día, y os vais a enterar como os dejamos la tarjeta de crédito.
Ja.
Como lo de las once famosas palabras. Sigo haciendo lo que me sale de los reales. Nunca mejor dicho.